“Queremos que el cliente entienda qué es una certificación de calidad premium”: ¿Cuáles son los beneficios y desafíos que han reflexionado las almazaras certificadas?

marzo 28, 2023

La denominación de origen (D.O) está reconocida y protegida desde 1991, con la Ley 19.039 de Propiedad Industrial, y gracias a ello, los productos originarios que presentan una calidad, reputación o característica particular ligada a las condiciones de su lugar de origen pueden ser identificados como únicos y valorados en su tradición, patrimonio e historia. En 2019, el aceite de oliva producido bajo el sol del Valle del Huasco, en la III región del país, logró ser reconocido para esta asignación y, hoy, ha cuatro cosechas desde su obtención, sus cuatro almazaras certificadas (Payantume, Albiña, Alma del Huasco y Azzait), reflexionan sobre los beneficios que ha traído esta resignificación de su territorio y los desafíos que aún siguen presentes en la educación del cliente/consumidor ante uno de los oficios más antiguos del jardín de Atacama.

La conclusión es unánime en dos puntos. En primer lugar, la calidad de excelencia del aceite de oliva del Valle del Huasco sólo es posible gracias a su clima, agua y suelo; y segundo, la Denominación de Origen llegó, en su momento, para resignificar el territorio olívico, donde la esencia, la tradición y la historia se cruzan entregando un producto único reconocido a nivel local e internacional. 

Cerrando 2022, fueron cuatro las almazaras que decidieron darle una nueva oportunidad al sello de Denominación de Origen (D.O) y la certificación de calidad por parte del Comité de Administración de la D.O. Panorama positivo para el comienzo de un nuevo año, donde los rostros detrás de Payantume, Albiña, Alma del Huasco y Azzait, nuevamente se encuentran en espera de un nuevo periodo de cosecha para este otoño.

“Cada temporada es un nuevo viaje”, señala Carmen Castillo, administradora detrás del trabajo Alma del Huasco. Esta almazara comenzó con la herencia del abuelo materno Ibar Villalobos y el regreso de la familia a las tierras rodeadas de olivos del Huasco.  A pesar de considerarse como “una almazara pequeña”, han obtenido reconocimiento por su producción oleícola, característica por su variedad sevillana, con toques de hierbabuena, manzana madura, frutos rojos y hoja de olivo. En 2020, a dos años de su lanzamiento, la competencia de Guía Oliva, bajo el criterio de las catadoras Alicia Moya y Carolina Dümmer, reconoció a su aove como “la revelación” de ese año. Un logro que pocos conservan.

La solidez de sus pasos bien encaminados, permitió a la familia confiar en la Denominación de Origen para “tomarse en serio” el posicionamiento de su almazara dentro del Huasco, todas las regiones de Chile y el mundo. “Certificar con la D.O  nos permite obtener mejores precios y mercados, y también nos da la  oportunidad de volver al origen con un producto con historia (…) Medicina pura para quien lo consume y hecha por familias del valle del Huasco”, reflexiona Castillo, quien es consciente de los beneficios a la salud que brinda el aceite de oliva virgen extra para quien lo consume y prefiere, gracias a su alto índice de polifenoles.

Tal como lo menciona Carmen Castillo, en representación de Alma del Huasco, los beneficios del sello de la Denominación de Origen no solo van relacionados al reconocimiento y al valor de la tradición oleícola del Huasco para estas almazaras, sino que también en el ascenso a nivel económico que puede alcanzar la producción, una vez que su aceite cumpla con ciertos estándares de excelencia como la trazabilidad y los parámetros químicos y organolépticos. 

Daniela González es la administradora de la almazara Payantume, aceite de oliva denominado por expertos como “de avanzadilla dentro del negocio oleícola”, y en el caso de su producción, todo comenzó como un emprendimiento familiar en el siglo XX con el árbol genealógico de Robinson González, padre de Daniela y productor de la quinta generación. La certificación con Denominación de Origen (D.O) surgió tras una intuición de ambos como empresa familiar; paso que les permitió convertirse en una de las primeras almazaras con el sello de origen y calidad. 

“Siempre hemos creído en la Denominación de Origen (…) más que cómo una protección, sino que también como  una valorización de la historia y la tradición olivícola del Valle del Huasco. Y todo este recorrido de las primeras cosechas acreditadas, es poner en valor el aceite de oliva de la zona, que se reconozca como la primera Denominación de Origen en América (…) Si bien sentimos que hay bastante orgullo, sentimos que este recorrido, estos éxitos, han sido esfuerzo de los mismos productores de aceite de oliva”, reflexiona Daniela, quien, desde muy cerca, a seguido el recorrido de su negocio familiar y ha potenciado con una mirada más innovadora cómo educar sobre el aceite de oliva a quienes no cuentan con la capacidad de identificar las características irrefutables de este producto.

Dentro de las instancias que menciona Daniela está el oleoturismo, una alternativa de diversificación económica, que contribuye a preservar los paisajes del olivar y a promover el desarrollo rural del Valle del Huasco: “Hace más o menos, un año que partimos con el oleoturismo. En Payantume hacemos catas con reservas, en cual se catan cuatro aceites de oliva, y eso incluye el aceite con Denominación de Origen. A partir de esas catas, con un público más especializado que viene de probar catas de vinos y con otro tipo de conocimiento, se ha tomado muy bien la Denominación de Origen y quieren saber más”, señala la hija de Robinson González.

Gracias a ello, la imagen de Payantume ha logrado posicionarse beneficiosamente dentro de competencias internacionales, catas de degustación profesional y en la elección de consumidores, que, sin duda, han demostrado que están dispuestos en pagar más por su consumo diario. Guía Oliva, competencia disciplinar que se encarga de revelar, cada año, los mejores aoves de Chile, les ha seleccionado dentro de sus mejores aceites de oliva, en varias ocasiones, y en 2022, obtuvieron medalla de oro en el EVO IOOC – Italy International Olive Oil Contest, certamen en el rubro que se encuentra dentro de los cinco mejores del mundo.

“Aún existe un desafío”

El oleoturismo se ha llevado la fama de ser una instancia increíble para sumergir a los consumidores a la historia de un oficio, que de la propia boca de sus actores, se está extinguiendo. Una excursión que desde Albiña también han sabido aprovechar. Pía Albiña, administradora e hija de Hernán Albiña, olivicultor reconocido en Freirina, señala que la Denominación de Origen les ha ayudado a visualizar su aceite de oliva, especialmente en el Huasco, ya que muchos turistas viajan específicamente al norte en busca de un buen aove, lo que se ha convertido en una muy buena señal para almazaras como la suya. Sin embargo, a pesar de que el sello les entregó un valor extra por su calidad única, aún existe un desafío para ellos, como olivicultores certificados: una adecuada difusión y educación a los consumidores.

“Tenemos que encontrar la estrategia correcta para poder educar al cliente en términos de calidad de producto y beneficios, para que, de esta manera, pueda entender la real calidad de lo que compra y así lo prefiera (…)(que entienda) que es importante comprar en lugares certificados”, reflexiona Pía, quien desde su postura defiende el valor de la certificación y otorga el crédito al esfuerzo de los productores por ser reconocidos dentro de su autenticidad. 

En 2019, “Olivos Albiña” quedó posicionada, por Guía Oliva, como uno de los mejores aceites de oliva de Chile. Reconocimiento que se ha repetido en las almazaras certificadas, hasta hoy, por la Denominación de Origen. Sin embargo, a pesar del estatus de calidad que han obtenido gracias a la evaluación de sus parámetros, para Pía Albiña “lo básico es que nuestros pares sepan la real importancia de la Denominación de Origen”, por lo que, no vale si solo especialistas o expertos entienden el peso de este valor.

Esta reflexión se mantiene en las cuatro administraciones detrás de las almazaras con el sello de origen y calidad. La educación a los consumidores sobre qué involucra el sello de origen y calidad es la solución para que el aceite de oliva del Valle del Huasco logré potenciar su imagen a todo el país y se expanda, su discurso de autenticidad, en competencias con países extranjeros que lideran la industria. Para Ángel Ponce, administrador y productor oleícola de Azzait (aceite extra virgen que se caracteriza por sus sabores con notas herbáceas frescas debido a su cosecha en punto óptimo),  “es difícil educar al consumidor (…) Eso es lo que más cuesta”, porque este comprará sin pensar en el sello, solo en el producto. 

Azzait cuenta con la certificación de Denominación de Origen desde 2019, y desde allí ha mantenido la motivación por seguir certificando. Su participación lo ha llevado a ser reconocido por autoridades regionales y a estar presente en ferias de degustación y promoción del aceite de oliva del Huasco.

Siendo 2023, las cuatro almazaras la certificación por Denominación de Origen (D.O) creen que esta oportunidad de ser reconocidos por su tradición centenaria, tanto familiar como de producción gracias a sus olivos de más de 400 años, ha significado bastante. Desde el Comité de Administración de la Denominación de Origen (D.O)  coinciden en la misma postura y también consideran que la difusión es el punto de mira.

No solo basta con el compromiso de las almazaras por dar a conocer su historia detrás de cada gota de aceite, sino que también es importante el apoyo constante de las autoridades regionales y nacionales, del Comité y por supuesto, de los consumidores de aceite de oliva.

Luis Gustavo Diaz, secretario ejecutivo del Comité de Administración de la D.O señala que, para comenzar, se debe potenciar la mercadotecnia a nivel regional: “El aceite de oliva del Valle del Huasco es único en su especie, único en Chile y en América. Debido a su producción bajo el sol del desierto de Atacama, uno de los más calurosos del mundo, dentro de sus características una composición alta de polifenoles. Característica que lo hace el más saludable entre los aceites y el mejor (…) Hace falta presencia importante para impulsar la Denominación de origen en el territorio, ya que de esta manera, se puede seguir replicando en todo Chile”.

“A la denominación de origen le falta este impulso en la mercadotecnia, y esto lo puede hacer un local. No podemos estar gestionando esto desde Santiago”, reflexiona Diaz, quien coincide que para que el impulso sea grande debe tener el respaldo de los consumidores de la región de Atacama.

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